"Vi como mi tabla se alejaba de mi y mi corazón se hundía", dijo Shaun más tarde. "No fue el día más fácil para aterrizar los saltos. El viento, la luz brillante--es difícil".
De hecho, en su primera pasada de la final de Vert, ninguno de los competidores logró hacer una sola pasada limpia. Pero mientras la presión estaba puesta en el grupo de muchachos que ha cambiado el aspecto del skate la última década, ni Bucky Lasek, Bob Burnquist o Rune Glifberg pueden jactarse de haber recibido declaraciones de amor durante la competencia. Eso es porque ninguno de los otros skaters tienen medallas de oro de los Juegos Olímpicos y medallas de oro de los X Games en sus repisas, ni han filmado comerciales de American Express o fueron nota de tapa de la revista RollingStone.
"Quedé un poco decepcionado por mi performance en los X Games del año pasado", dijo Shaun. "Y me di cuenta que nunca había tenido una temporada de skate como las que había tenido de snowboard. Siempre fue mi sueño".
Es un sueño que, en lo que respecta a cambiar de deporte, elevaría a Shaun por encima y más allá del status considerable--ubicarlo en una cima que nunca antes fue ocupada por un atleta de tabla desde...bueno, desde nunca antes. Y es un sueño que pesó demasiado bajo el sol de Los Angeles. Porque en la segunda pasada, mientras Pierre-Luc Gagnon realizaba una serie de saltos que incluyeron un simulacro de kickflip, un 720 y un switch heelflip frontal de 540, Shaun se retiró en el tercer hit. X Games 13 estaba camino a convertirse en una competencia similar a X Games 12.
"Todos se me acercaron antes del evento", admitió Shaun, "para decirme, '¡Tienes que ganar!' Yo estaba aterrado y llevaba mi tabla a todas partes para estar tocando madera todo el tiempo. Me estaba empezando a asustar".
La situación es distinta cuando estás a una victoria de X Games Vert de convertirte en el único dos veces campeón de temporada de tabla de X Games de todos los tiempos con tan sólo 20 años de edad. Los rivales de Shaun en los X Games han participado la mayor parte de la década y a pesar de haber elevado el status del deporte que hoy presenciamos, Shaun es el único arquitecto responsable de haber llegado a ese nivel--un nivel que está empezando a tomar el color de los Juegos Olímpicos del 2012. En el 2012 Shaun tendrá 25 años de edad.
Shaun está en la vanguardia de llevar el superestrellato de deportes de acción al próximo milenio, pero como skater, aún tiene cuentas pendientes. Glifberg opinó, "Shaun es un excelente muchacho y tiene mucho por ganar como skater; tiene controlada la parte aérea pero tiene que trabajar sobre el labio".
De todas maneras, no son los tecnicismos lo que lo mantuvieron lejos del podio Vert en los X Games--sino los nervios. "No quería volver a ser el tonto otra vez", dijo Shaun acerca de estar parado en la cima del predio mirando hacia abajo de la pista en su última pasada. "Hubiera sido terrible, hubiera sido algo magnificado".
PLG chocó con el silbato en su final. Bucky y Burnquist también se estrellaron. El sol sólo se puso más caliente y la puerta permanecía abierta. Shaun entró.
Fue una pasada de videojuego. Un 540 en reversa a un heelflip corporal a McTwist a un aéreo a un 720 a un 540 frontal, a uno en reversa y así sucesivamente. En un momento, una muchacha comenzó a gritar el nombre de Shaun, pero fue tapado por los gritos de la legión de fans que comenzaron a gritar al sonido del silbato.
Tras el fracaso de Shaun en los X Games del año pasado, hizo algo que nadie ha hecho en años. Paró. Dejó de dar entrevistas. Paró de participar en todas las competencias. Dejó de andar en el tren del caos que sale de cada estación para cada campeón olímpico. Y en algún momento en los últimos 12 meses, parece haber recuperado lo único que no podía tocar con sus manos después de esa medalla de oro en snowboard: su concentración. Al hacerlo, pudo poner sus manos alrededor de otra medalla de oro: la que lo venía eludiendo hace tres años.
"Esta va a quedar allí arriba, justo al lado de esa otra", dijo Shaun con una expresión de éxtasis, rodeado por los medios de prensa y los enajenados fanáticos
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